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Ser puntual es un adjetivo de ser disciplinado en tu vida diaria, el cual nos ayuda a tener una mayor organización en la vida diaria, al ahorrarnos tiempo y mejorar nuestra productividad.
Muchos de nosotros tenemos la costumbre de llegar tarde, y al hacerlo generalmente, por no decir siempre, decimos muchas excusas, como “había mucho tráfico”, “nunca llego el carro a tiempo”, entre otras, no haciéndonos responsables de ellos.
Por eso, como es de costumbre en este blog te brindaremos los tips necesarios para eliminar el mal hábito de la impuntualidad, haciendo de la puntualidad una herramienta poderosa para tu vida diaria.
Aquí te dejo algunas ideas para hacer de la puntualidad un hábito en tu vida:
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1. Analizar el motivo de tu impuntualidad.
El primer paso es siempre tomar consciencia del problema y de su origen.
La explicación de que llego tarde porque soy perezoso no me sirve. Si llegas tarde porque te da pereza, seguro que hay un buen motivo por el que te da pereza. Tal vez no te interesa lo que tienes que hacer, o te da miedo, o te sientes falto de energía porque duermes mal, o tienes otra prioridad de la que no te estás ocupando.
Ve tirando del hilo hasta llegar a la raíz del problema, y corrígelo desde ahí.
2. Utilizar un buen sistema de agenda o listas.
Incluso si crees que puedes controlar todas tus tareas de memoria, utiliza la agenda, o cualquier otro sistema de gestión de tareas, en papel o digital.
A la hora de organizarse, resulta de gran ayuda ver cada tarea y sub tarea escrita en un sistema. Además, de esta forma liberas tu mente y puedes concentrarte en las tareas, en vez de perder tu energía mental en el esfuerzo de retener toda la información en tu cabeza.
Encuentra el sistema que mejor funcione para ti. Eso sí, procura que sea lo más simple posible.
3. Prepararse con tiempo.
Es muy habitual calcular mal el tiempo que necesitamos para prepararnos para salir de casa. Estamos ocupados con otras tareas, y de pronto nos damos cuenta de que tenemos que salir, pero aún no nos hemos preparado.
Prepárate con tiempo. Arréglate antes de empezar a hacer otras cosas, deja preparado cerca de la puerta todo lo que necesites llevarte, y cuando ya estés listo, puedes aprovechar relajadamente el tiempo que te sobre para hacer otras cosas, sabiendo que sólo tienes que levantarte e irte cuando llegue la hora.
4. Calcular más tiempo.
Generalmente necesitamos más tiempo del que calculamos para nuestras tareas y desplazamientos. Los trenes se retrasan y las carreteras se congestionan de tráfico. Las reuniones se alargan, las tareas se complican. Pueden surgir mil imprevistos.
Anticípate a los retrasos e imprevistos y acostúmbrate a calcular un poco más de tiempo, dejando un margen. De esta forma vas siempre relajado y puedes permitirte alargarte un poco si lo necesitas, sin llegar tarde a la siguiente tarea.
5. Llegar antes de la hora.
Además de calcular más tiempo, proponte llegar más temprano, un poquito antes de la hora convenida. De esta forma irás mucho más relajado, sin prisas, y podrás aprovechar los minutos que te sobran para prepararte mentalmente, adelantar alguna otra tarea, charlar con tus compañeros, o tomarte un café.
Llegar temprano no sólo es un placer, sino que te pone en posición de ventaja.
6. Levantarse temprano y sin snooze.
Snooze en la función del despertador para posponer la alarma unos minutos más. Aunque nos da la sensación de dormir más, lo cierto es que esta función interrumpe tu patrón natural de sueño, te hace sentir más cansado y al final te cuesta más tiempo y esfuerzo levantarte. Intenta acostarte más temprano, y deja de estropear tu última hora de sueño con repetidas alarmas.
Levantarse tarde es otra causa común de impuntualidad y además, está más que comprobado que somos más eficientes cuando nos levantamos temprano, siempre que hayamos dormido suficiente, claro.
7. No tener distracciones mientras te preparas.
Sí, yo también me he distraído muchas veces mirando la tele o las redes sociales mientras me preparaba, por eso sé lo fácil que es perder la noción del tiempo cuando lo haces. Te arreglas muchísimo más rápido cuando lo haces sin distracciones. Disfruta estando presente en el acto de prepararte, que puede resultar casi sanador si lo haces como un ritual meditativo.
Si te sobra tiempo al terminar, puedes aprovecharlo para mirar las redes sociales, o cualquier otra cosa que te guste.
8. Utilizar alarmas para recordarte la hora.
Es asombroso lo fácil que es perder la noción del tiempo cuando estas concentrado haciendo cualquier cosa. Crees que han pasado 10 minutos, y sin darte cuenta se te ha ido una hora entera!
Solución: Ponerte alarmas para recordarte la hora, dejando siempre un buen margen de tiempo para preparar la siguiente tarea. Por ejemplo, si tienes una reunión a las 5, pon una alarma a las 4:30 para irte preparando mentalmente.
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